Samuel,
puedo adivinar el olor de tu piel,
puedo sentir esa caricia tuya,
ese beso que nunca me darás.
Puedo adivinar el sabor de tu piel
en mi boca,
el calor de tus deseos
quemando mis entrañas.
Puedo morir
en tus brazos,
entregándote mis sueños
cobijarme con tu nombre,
y acabar esta agonía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario