Samuel,
hasta aquí no más,
ahora soy yo la que cierra puerta,
la que clava uñas y muerde madera,
no más oportunidades de que
ensombrezcas mi mirada,
de que lastimes mi alma,
Esta vez me levanto con fuerzas,
seco mis lágrimas,
recojo dignidad,
levanto mi mano,
señal de victoria,
me he vencido a mi misma,
desperté de una pesadilla
húmeda, hueca, lacerante,
renuevo mi alma,
me reencuentro con Dios,
Recojo mis sueños,
los sacudo al viento,
te aparto de mi,
renuncio a tus letras...
lo he dicho tantas veces
que probablemente no lo creerás,
no importa, el tiempo lo dirá.
tu invasión fue abrupta, total,
sin embargo
tu salida lenta, dolorosa
como si cada minuto
durara una eternidad.
No obstante aquí estoy
fortalecida y tranquila...
recobro mi nombre, vuelvo a ser yo,
la que ni siquiera conoces,
miro la luz...ni una palabra más.
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