Aquí estoy Samuel,
los ojos anegados con tus poemas,
anoche no dormí,
te estuve leyendo
todo el tiempo,
nunca imaginé
que tuviera tantas lágrimas...
me transporto
a ese tu mundo
desdichado,
pleno y vacío,
a tantas palabras rotas,
a tu necesidad de madre,
a tu amor de padre,
me meto en tu claustro,
bebo tu sudor
de amores sordos,
imaginados,
también reales y
distorsionados...
me doblego
ante tanta belleza,
ante tanta sensibilidad
dispersa
y compacta al mismo tiempo,
es mañana,
no he dormido,
mi mirada es húmeda,
cansada,
mi alma hecha trizas,
me dueles tanto Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario